Autores:
- AMÉRICA ITZEL CEREZO DIEGUEZ
- CARLOS EDUARDO MONTERO PEREZ
- ISRAEL CASTILLO FLORES
SECTOR EDUCATIVO: La comunidad escolar, como profesorado, alumnado, administración educativa y directivos.
Problemática: FALTA DE INCLUSIÓN EDUCATIVA
La falta de inclusión afecta a todos, ya que limita la
diversidad y la creatividad. Esto puede tener un impacto negativo en la
productividad y la innovación.
La inclusión, consiste en la aceptación por parte de la
sociedad a todas aquellas personas que tengan características o habilidades que
hagan que una persona sea diferente. Para muchos, esta aceptación permite
ofrecer una gran riqueza para nuestra sociedad, sin embargo, para otros no
aceptan a personas que sea diferentes.
¿Cómo podemos fomentar la inclusión educativa?
De forma sencilla, se tiene que promover el respeto en la
escuela y que el mismo pueda ir más allá de la cultura, el idioma, las
costumbres, género o discapacidad que pueda tener cada persona con el fin de
evitar todo tipo de prejuicios y estereotipos que pueden hacer daño durante el
desarrollo.
¿De qué forma se puede atender la falta de inclusión educativa?
Tutoría
entre iguales
La
tutoría, como una de las dimensiones metodológicas atribuidas al aprendizaje entre iguales, representa un
método de aprendizaje cooperativo basado en la creación de parejas de alumnos
con una relación asimétrica en cuanto a
nivel de competencia y unos objetivos en común
conocidos y compartidos por todos los miembros del equipo, los
cuales se consiguen a través de un marco
de relación exteriormente planificado
(Duran y Vidal, 2004).
La
tutoría entre iguales no sólo beneficia al alum- no tutorado, sino también al alumno tutor, el
cual tiene la posibilidad de aprender
mientras enseña a su compañero. Para ello, el docente optará por un marco de
interacción altamente estructurado, a su vez, permite una progresiva
apropiación de este por parte de los alumnos, modificando y ajustando esa
estructura interactiva según las necesidades y condiciones del contexto de aprendizaje.
Los formatos de tutoría entre iguales pueden establecerse de mu- chas formas
distintas. Así, en función de la edad y de la continuidad de los roles, se
puede distinguir entre tutoría entre alumnos de distinta edad y de la misma
edad. Esta última puede incluir situaciones de tutoría recíproca, en donde los
estudiantes alternan el rol de tutor en cada sesión de trabajo.
Puzzle (Rompecabezas)
En
este método es indispensable dos estilos de agrupamientos: el equipo base (heterogéneo) y el de expertos
(homogéneo). El proceso se desarrolla en
los siguientes pasos:
·
Se
asigna de manera aleatoria los estudiantes en el grupo base, al cual se le encomienda la resolución de una
actividad en particular, posteriormente, se le asigna a cada miembro un “subtema” clave para la resolución de dicha actividad,
en el cual tendrán que convertirse en
expertos.
·
Los
estudiantes pasan del grupo base al grupo de expertos, en este todos los miembros tienen asignado el
mismo tema en el cual tendrán que
especializarse.
·
Posteriormente,
se regresa al grupo base, en donde los estudiantes deberán exponer la parte de
los conocimientos (equivale a una pieza
del puzzle), que han adquirido en actividades resueltas en el grupo de expertos. Esta estructura permite que
el aporte de cada miembro del equipo
base se vuelva indispensable para la resolución
de la actividad, la cual es evaluada mediante una nota de equipo.
Torneos
de equipos y juegos
Consiste
en torneos académicos, en donde los estudiantes compiten como representantes de
sus equipos. Cada miembro del equipo se
ubica en un grupo homogéneo con el que competirá en la respuesta de preguntas, posteriormente, regresa al equipo
original y aporta a este los puntos que
ha ganado. En este caso, también el reconocimiento es de equipo y la puntuación de cada estudiante
servirá para crear el grupo homogéneo de
competición de la siguiente sesión de preguntas.
Controversia
constructiva
Esta metodología, creada por los hermanos Johnson, académicos e investigadores de la universidad de Minnesota, consiste en la creación de controversias o incidentes críticos entre los estudiantes de un equipo, con el propósito de que ellos puedan legar a establecer un acuerdo mutuo, al ofrecerles la oportunidad de acceder al punto de vista de cada uno de sus compañeros con respecto a dicha controversia, Sn primera instancia, cada estudiante de manera individual investiga y prepara su posición, defendiéndola oralmente y teniendo en cuenta la perspectiva del resto de sus compañeros, para posteriormente integrar la información en una propuesta común.
Enseñanza
recíproca
Este
método, pensado para la resolución de actividades de comprensión lectora, ha
sido desarrollado por Palincsar y Brown (1984).
En este cada estudiante es responsable de la realización de una
tarea distinta, relacionada con alguna
operación cognitiva necesaria para la
comprensión lectora. Con el propósito de llevar a cabo una tarea común,
cada miembro del grupo realiza una función distinta, pero complementaria a la
del resto de sus compañeros en donde se les enseña a cada integrante a cumplir su función cuando
le corresponda su turno. En este caso,
se recomiendan equipos de máximo cuatro estudiantes, en los que se distribuyen
sus roles de la siguiente manera.
Investigación
de Grupo
De
acuerdo con Echeita y Martin (1990), este método podría ser el más complejo y
el que mejor responde a la filosofía de los grupos cooperativos, a que aporta
una mayor variedad de experiencias de aprendizaje que las restantes técnicas,
más orientadas a la adquisición de conocimientos y destrezas.
En este método, el grupo-clase trabaja como
una comunidad de investigación, en torno a un tema específico, el cual es
dividido en distintos subtemas o líneas de investigación, los cuales son
asignados a diversos subgrupos. Al final del trabajo, cada subgrupo socializará
sus resultados con el resto de la clase, a la vez, ofrecerá una reflexión
acerca del trabajo en equipo efectuado.
Pensar,
aparejarse y compartir
Esta
dinámica suele ser muy práctica a la hora de integrarla como componente de
otros métodos que se apliquen a largo plazo. Para llevarlo a la práctica, han
de seguirse los siguientes pasos:
Los alumnos han de reflexionar en forma
individual acerca de las principales demandas que giran en relación con el tema
que plantea el profesor.
Posteriormente
(unos pocos minutos después), cada estudiante se empareja con otro compañero
con el propósito de discutir y comparar las conclusiones a las cuales llegaron
ambos individualmente.
Después,
los estudiantes comparten sus ideas con el resto de la clase. En este sentido,
es importante delimitar el tiempo para cada etapa de la actividad y acordar
señales (un sonido o una señal manual) para el paso a la siguiente fase.
Esta
técnica presenta las siguientes ventajas:
-
Todos
los estudiantes poseen mayor tiempo para pensar.
-
Es
efectivo para todos los niveles educativos y tamaños de clases.
-
Muchos
estudiantes, por lo general, que no tengan éxito al contestar alguna pregunta
planteada por el profesor, tienen la oportunidad de ensayar las respuestas
mentalmente.
-
Trabajar
el tema con un compañero antes de tener que exponerlo al resto de la clase, podría
contribuir al desarrollo de una mayor seguridad por parte del estudiante.
Como
resultado, más estudiantes podrían estar dispuestos a participar y la calidad
de sus respuestas probablemente mejoraran.
Dentro y
fuera del círculo
Este
tipo de estructura cooperativa requiere del uso de dos círculos concéntricos en
el que cada estudiante debe sentarse mirando a otro compañero del otro círculo.
Después, cada alumno escucha la pregunta realizada por el profesor y trabaja
con el compañero que tiene en frente con el propósito de hallar la respuesta correcta.
Posteriormente a la discusión del grupo, se verifican las respuestas correctas
y el círculo exterior se mueve a una posición hacia la de- recha, de tal forma,
que los estudiantes queden con otra pareja para la pregunta siguiente. De
acuerdo con los autores, esta estructura cooperativa funciona mejor en tareas
que implican respuestas cortas. Uno de los beneficios de esta dinámica,
consiste en que los estudiantes pueden interactuar con una gran variedad de
compañeros.
Cabezas
juntas y numeradas
Esta
dinámica pone en tensión Ia interdependencia positiva de los miembros del
grupo. Los pasos a seguir para su desarrollo son los siguientes:
Se asigna un número a cada estudiante del
grupo, Se presenta la tarea de aprendizaje a desarrollar. Los estudiantes se
entrenan los unos a los otros sobre el material que han de aprender, de tal
manera, que cualquiera pueda representar el grupo si el profesor selecciona su
número durante el tiempo de respuesta.
Esta dinámica funciona particularmente bien en
tareas instruccionales en las que los estudiantes investigan muchas facetas de
un problema. Como hemos visto, por la dinámica de organización de la
interacción que estos formatos exigen, dichas metodologías, estratégicamente
planificadas y gestionadas, permitirían abordar grandes cantidades de
conocimientos en menor tiempo, si lo contrastamos con el uso de métodos
expositivos y tradicionales de enseñanza. Lo anteriormente citado, nos lleva a
continuación a plantear algunas conclusiones generales de lo expuesto hasta
este punto.